Texto traduzido ao espanhol e revisado por uma amiga do curso online Busuu - Victoria Teresa, “DasReh”
La caída y la ascensión de la mariposa
En el sexto día de la creación, antes de crear
al hombre, algo faltaba en el jardín...
Había hermosas aves, variedad de animales,
árboles frondosos y un hermoso surtido de flores.
El sabio Creador volvió su mirada hacia las
flores y vio que se encontraban muy solas.
Maravillado ante
todo aquel colorido, recogió pétalos de diversas especies de flores y los
arrojó al viento…
En ese momento, surgió una gran cantidad de
seres alados que empezaron a bailar entre las flores.
El Creador miró hacia las flores y les dijo:
- ¡He aquí el comienzo de una hermosa amistad!
¡Todas las mañanas y todas las tardes, ustedes recibirán la visita de sus
hermanas aladas!
Con la llegada del hombre al jardín y éste, al
realizar la ardua tarea de nombrar a todos los seres creados por Dios, decidió
llamar a esos seres agraciados con delicadas alas con el nombre de… ¡mariposas!
Cierta mañana, una margarita blanca dirigió la
palabra a una mariposa al verla pasar:
- ¡Buenos días, hermana mariposa! Tómese un
momento para descansar en mis pétalos. Así podremos charlar un poco.
La mariposa, muy arrogante, le dijo:
- No tengo tiempo para entablar una charla
superficial con una simple margarita. He sido creada especialmente para adornar
este jardín. Hay muchas flores más interesantes que visitar.
La mariposa se fue dejando entristecido el
corazón de la frágil margarita y también al Creador, que había visto toda la
escena con mucho pesar…
Pasó el tiempo y, con la primavera, las flores
mucho más exuberantes que la margarita perfumaban la atmósfera del jardín.
La mariposa buscó una hoja bien verde, puso
sus huevos pequeños encima de ella y esperó con ansiedad la llegada de sus
primeras crías…
Después de unos días, los huevos eclosionaron
y la mariposa se dio cuenta de que unos bichos horribles estaban arrastrándose
en la hoja donde había depositado su futura prole.
Decidió, entonces, a quejarse al Creador:
- ¿Por qué, siendo yo tan delicada, me diste
crías tan despreciables?
Y, con mucha sabiduría, el Creador respondió:
- Esto no debería haber sido así… Pero, la
soberbia de tu corazón se manifestó en tu descendencia y por eso has generado a
la oruga.
La sencilla margarita decidió interceder por
la mariposa:
- Oh, amable y justo Creador, ¿no hay manera
de revertir esta situación tan dolorosa? Hace mucho tiempo, he perdonado a mi
hermana mariposa.
El Creador, en toda su majestuosidad, miró a
la mariposa y le dijo:
- La bondad de tu hermana margarita me ha conmovido.
Y así amenizaré tus días: serás oruga por un tiempo y, después, te retraerás a
un capullo y ahí pasarás parte de tu vida reflexionando sobre tus errores para,
más tarde, volver a ser mariposa.
Y así sucedió...
“Cada uno se sacia del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su recompensa".
Proverbios 12:14
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Professor Denilson Duarte
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